Seguramente has oído hablar de que la comida con alto índice glucémico a base de azúcar y harinas refinadas nos inflama.
Ese “baile” entre AZÚCAR – SUBIDÓN DE GLUCOSA – INSULINA – BAJÓN DE GLUCOSA- GANAS DE MÁS AZÚCAR –Y VUELVE A EMPEZAR contribuye a una inflamación de bajo grado. A consecuencia, por supuesto, será fácil ganar peso, ganar masa grasa y volumen. Si, además, le añades un estilo de vida sedentario, esos niveles de inflamación aumentarán. Estarás dañando tu metabolismo: menos masa muscular y más masa grasa significará, por un lado, peor TASA METABOLICA luego, más facilidad para ganar peso. Y por el otro, pérdida de FLEXIBILIDAD METABÓLICA luego, más facilidad para ganar peso, pero también peor salud (mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y metabólica).
Esa inflamación de bajo grado y un metabolismo en desequilibrio harán que el sistema inmune pierda competencia, luego tendremos un sistema inmunológico más debilitado (mayor riesgo de enfermedad infecciosa y autoinmune).
A este ciclo vicioso se puede añadir que: las moléculas inflamatorias son capaces de destruir receptores de placer en la lengua y que necesitemos sabores más palatables (con más azúcar y más sal) para sentir placer. ¡y vuelta a empezar!
Por otro lado, está el estrés. El estrés físico o emocional… que puede ser consecuencia de épocas de mucho trabajo, incluso de un sobre entrenamiento, de falta de un sueño reparador, de alteraciones de los biorritmos, pero también de un exceso de preocupación, angustia, mal estar emocional. Todos estos escenarios tienen en común una alteración del sistema nervioso simpático.
Una sobre activación del SISTEMA NERVIOSO SIMPÁTICO conduce el cuerpo a un estado de alerta y a la producción de noradrenalina que desencadenará una respuesta INFLAMATORIA. Para combatir esa inflamación, nuestra cápsula suprarrenal producirá cortisol.
El cortisol elevado de manera prolongada tendrá, en nuestro cuerpo un efecto muy parecido al escenario que hablamos antes: ¡sillón y bollos!
Sí. Has leído bien.
El cortisol destruirá masa muscular para hacer neoglucogenesis: ¡palabras mayores! Destruye masa muscular y eleva glucosa en sangre… ya hemos hablado de las consecuencias a nivel metabólico e inmunológico.
Estrés, sillón y bollos… pueden llegar a tener consecuencias muy parecidas en nuestro cuerpo.