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El crítico interno y la Auto-aceptación

El debate sobre la falta de compasión por nosotros mismos y de auto-aceptacion puede ser aún más imperativo hoy que en las generaciones anteriores. Las exigencias de la sociedad moderna no se entrenan para cumplir constantemente, competir y compararnos con los demás y en consecuencia derivamos nuestro sentido de la valía principalmente de puntos de vista, varias aplicaciones y juicios externos. Ya no se considera que la vida sea un viaje: se ha convertido en una competición una carrera sin premio aparente ni línea de meta que alcanzar.

Este estilo de vida enfocado en lo externo se ve acelerado por la omnipresencia de los medios de información, por el aumento de las presiones sociales y por las nuevas formas de comunicar que nos impiden tomarnos tiempo para relajarnos y desarrollar una relación con nosotros mismos. En consecuencia, nos sentimos cada vez más fuera de nuestro centro y perdemos contacto con nuestro auténtico ser. Ya no buscamos la verdad, nuestro potencial singular ni el propósito por el que estamos aquí. Dedicamos la mayor parte de la energía a competir, a ganar o al menos a encajar en lugar de explorar los dones y talentos peculiares que podemos expresar y compartir con el mundo.

El drástico incremento del número de personas que sufren temor, ansiedad y depresión en las últimas décadas es un reflejo directo de la gran cantidad de nosotros que hemos de luchar con la dolorosa falta de paz interna y de autoaceptación. La buena nueva es que el dolor, sea físico o emocional, puede funcionar como un poderoso catalizador de la curación, el cambio y el crecimiento. Todo el dolor la ansiedad y la depresión que vemos actualmente en la sociedad nos ofrece una oportunidad de crecimiento a gran escala y resulta estimulante ver que cada vez más gente reconoce que el camino hacia la armonía la paz y la satisfacción nos lleva hacia dentro.

Uno de los primeros pasos hacia la aceptación y la compasión por uno mismo es tomar conciencia de que el diálogo interno suele basarse en el juicio, la preocupación y la duda. Ahora bien, sin la menor duda ni remordimiento, nos atemorizamos, nos denigramos, incluso nos insultamos a nosotros mismos. Nos tratamos de maneras que nunca nos atreveríamos a tratar a otros, especialmente a alguien que nos importe. Pero ¿qué podemos hacer para callar esta voz interna insegura, crítica o negativa? ¿Deberíamos ignorarla, enfadarnos y luchar contra ella, o deberíamos aceptar como verdaderos sus mensajes de reprimenda?

El crítico interno y la auto-aceptación

TAMI SIMON – EDITORIAL eL GRANO D MOSTAZA

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