El ácido fítico o fitato se encuentra en la capa externa de las semillas de algunas plantas como las legumbres, los cereales integrales y los frutos secos.
¿Qué significa que actúa como un ANTINUTRIENTE?
Los fitatos tienen la capacidad de unirse, mediante un proceso conocido como «quelación», a algunos minerales como el zinc, el calcio, el hierro o el magnesio dando como resultado la formación de complejos insolubles de baja biodisponibilidad. Nuestro organismo no puede separarlos porque no tenemos la enzima necesaria para hacerlo: la fitasa. Por este motivo, se puede afirmar que los fitatos dificultan la absorción de ciertos nutrientes.
¿Qué significa que actúa como un ANTIOXIDANTE?
Para contrarrestar la oxidación causada por el ácido fítico, nuestro cuerpo produce ANTIOXIDANTES que tienen un efecto muy beneficioso en la prevención de daños celulares.
Además, estas mismas interacciones del ácido fítico con minerales pueden ser, en algunos casos, beneficiosas. Por ejemplo, es capaz de unirse a metales tóxicos como el cadmio o el aluminio, que pueden producir graves problemas en el sistema nervioso, en el digestivo o incluso afectar a la fertilidad. Por otro lado, el exceso de hierro puede dañar a las células, y el ácido fítico tiene la cualidad de rodear al hierro e impedir que éste reaccione con el oxígeno y se formen los temidos radicales libres, causantes de enfermedades degenerativas, entre ellas diversos tipos de cáncer.
Los fitatos también pueden actuar como agentes hipolipidémicos, que reducen el nivel de grasas como el colesterol en la sangre, lo que reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Finalmente, el ácido fítico ayuda a que la absorción de cobre en el intestino sea la correcta. El cobre es un mineral necesario para el desarrollo y el mantenimiento de la integridad cardiovascular.
El consumo de alimentos que contienen ácido fítico no debería alarmarte si los cocinas de forma adecuada y si no los tomas de manera exagerada. Este compuesto puede reducir la absorción de ciertos minerales, pero, por otro lado, aporta también beneficios a tu salud.
El equilibrio, como siempre, suele ser la mejor opción. Recuerda…es la dosis lo que hace el veneno.