Debe de ser el desayuno más típico… una tostadita, pan con mermelada, pan con tomate (que nos parece más sano) pero desayunar con pan no es una opción saludable.
El pan moderno, con harinas refinadas, de fermentación rápida es promotor de un daño intestinal que provoca un proceso de meta-inflamación en el organismo (que se relaciona con patologías intestinales, pero también con el exceso de peso, diabetes y enfermedades cardiovasculares).
Por otro lado, DESPLAZA ALIMENTOS MÁS NUTRITIVOS y terminamos “llenándonos” con muchas calorías y pocos nutrientes. Además, se trata de hidratos de carbono de absorción rápida…y ya conocemos el proceso que hará que en poco tiempo volvamos a tener hambre y a necesitar un tentempié.
Si algún día, te apetece hacer una excepción, compra un pan de calidad: que no lleve nada más que harina integral (integral de verdad), fermentos, agua y sal; nada de azúcares, aditivos o gluten añadido; que sea de fermentación larga…. y de panadería de calidad!
O, mejor aún, prepara tú misma un pan saludable: ver receta Pan de trigo sarraceno
¡Dale NUTRIENTES a tu cuerpo…empieza bien el día!
